Izquierda Unida - León

IU pregunta a la Concejala de Consumo si tiene algún interés en particular por sabotear las iniciativas de los negocios de hostelería de la Plaza del Grano.

Hace dos semanas fue esta misma concejala quien prohibió la Fiesta del Fin del Verano organizada por los cuatro bares situados en la Plaza del Grano. En aquel momento la excusa fue el cumplimiento de las normas ligadas a su reconocimiento como Zona Acústicamente Saturada. A pesar del apoyo de al menos tres concejales, y el compromiso de su celebración, fue Consumo quien impidió la celebración. Desgraciadamente, la Plaza del Grano es Zona de Respeto y no ZAS, por tanto era complicado entender estas decisiones. Más chocante fue que el propio Ayuntamiento apoyara inicialmente las actividades cediendo las carpas que suelen verse en cada fiesta vecinal de la ciudad para luego decir no.

Dos semanas después, los días 8 y 9 de octubre, volvemos a las andadas. El Ayuntamiento permite que se haga publicidad de los actos de la Fiesta del Pulpo. Cambió el nombre pero no el motivo de los actos ni los organizadores, tampoco el lugar. Se vuelve a ceder un escenario de titularidad consistorial y las mismas carpas. De nuevo existe apoyo de parte del Equipo de Gobierno. Sin embargo, un día antes se vuelve a suspender la festividad porque a la Concejala de Consumo no le da la gana permitirla.

Ahora llega el momento de las preguntas. En todo el proceso ha quedado en evidencia el Concejal de Barrio, probablemente el de Fiestas y alguno más. Pero la Concejala de Consumo ha sido la gran protagonista.

Primero porque no es necesario actuar como Torquemada en el último momento si las cosas se hacen bien. Si los informes técnicos impiden estas celebraciones se corta la situación de raíz desde el primer momento y nos ahorramos la polémica.

Segundo porque si no puede demostrar con estos informes técnicos que este tipo de Fiestas no pueden celebrarse en la Plaza del Grano puede sentarse un precedente peligroso que mezclaría los intereses particulares de la Concejala con su actividad política.

Si ha pasado por encima de sus compañeros porque quiere hacer las cosas bien entonces debió impedir desde el primer momento la concesión de los permisos y no provocar la suspensión a última hora de las dos fiestas. Así se hacen bien las cosas. Con unos informes emitidos por Medio Ambiente y Urbanismo sobre la posibilidad o no de celebrar conciertos o dar comidas en esta Plaza el problema no habría existido.

Esto tan solo demuestra que el Equipo de Gobierno del PP no sabe hacer su trabajo ni tiene interés en cumplir el procedimiento para la concesión de permisos. Este Equipo de Gobierno: o es un auténtico cachondeo, donde todo el mundo hace lo que le da la gana hasta que alguien se impone por las razones que sean, o su actividad se mide por el nivel de influencia en el PP de cada uno de sus integrantes y el humor con que se levanten esa mañana, que es mucho peor.

Ocurra una cosa o la otra la situación es de una gravedad a tener en cuenta. Sobre todo si estamos ante un antecedente de descoordinación y arbitrariedad a partes iguales.